El deporte nos enseña que no todo se mide en fuerza o velocidad: a veces, lo más importante es lo que no se ve. La respiración es ese motor silencioso que marca la diferencia entre un buen rendimiento y un gran rendimiento.
El Entrenamiento Muscular Respiratorio (EMR) es una herramienta que utilizo con nadadores, practicantes de marcha nórdica y deportistas en general para optimizar su capacidad pulmonar, mejorar la resistencia y retrasar la fatiga. Fortalecer los músculos que intervienen en la respiración (principalmente el diafragma y los intercostales) permite a los atletas mantener un ritmo más constante, oxigenar mejor sus músculos y recuperarse con mayor rapidez.
Además, el EMR no es solo para deportistas de élite: también aporta beneficios en la salud diaria, desde personas que buscan mejorar su bienestar general hasta aquellas que necesitan apoyo en la rehabilitación respiratoria. En definitiva, respirar bien es rendir mejor.